El enólogo es una figura trascendental para una bodega, ya que es la persona que interpreta el estilo de la casa productora y lo traslada a cada ejemplar. Además, con su impronta, su estilo, su experiencia y su know how también le otorga su estilo personal a los vinos que elabora.
Si bien en el pasado los enólogos estaban constantemente en el laboratorio, analizando muestras, hoy en día están muy apegados a la agronomía y al trabajo en las fincas. Pero además, su figura creció mucho en términos de relaciones públicas: hoy son la cara visible de la bodega. Los enólogos dan entrevistas en medios, asisten a ferias, dirigen catas junto a consumidores y realizan muchas otras tareas que trascienden al trabajo enológico.